THC Y CBD ¿EN QUÉ SE DIFERENCIAN?
Tetrahidrocannabinol (THC) y Cannabidiol (CBD) son dos de los cannabinoides más interesantes y conocidos. Se encuentran en el Cannabis Sativa, que incluye el cáñamo y la marihuana. Hay más de 100 cannabinoides diferentes identificados hasta el momento. Pero son CBD y THC aquellos cuyos efectos han sido más solicitados por la humanidad a lo largo de la historia.
Ambos componentes, junto con los flavonoides, terpenos y demás cannabinoides, interactúan con el organismo de los mamíferos, a través del Sistema Endocannabinoide. Cada componente, por separado, también tiene su propia función en esta interacción. Pero es aún más interesante cuando se combinan, porque la mezcla de ciertos componentes, potencia sus propios efectos sobre el organismo. Como resultado de esta sinergia, tiene lugar el Efecto Séquito.
THC (TETRAHIDROCANNBIDIOL)
Se conoce como THC al Tetrahidrocannabinol o delta-9-tetrahidrocannabinol. Es el principal componente psicoactivo del cannabis. Está presente en el cáñamo como en la marihuana, aunque en concentraciones distintas. En el cáñamo su presencia es testimonial. Sin embargo, en la marihuana, suele ser uno de los componentes con mayor presencia. Sobre todo en aquella destinada al uso lúdico. Desde hace años, se trabajan cruces de genéticas en busca de la mayor concentración posible de THC.
Pero también poseé beneficios medicinales y terapéuticos. Se ha comprobado que el THC, además, tiene efectos analgésicos leve o moderados. Facilita la relajación y la estimulación del apetito. También tiene propiedades antieméticas (que evitan náuseas y vómitos). Finalmente, posee efectos antioxidantes, que protegen las neuronas del estrés oxidativo.
CBD (CANNABIDIOL)
El CBD o Cannabidiol es el componente mineral de la planta que se encuentra en mayor concentración en la misma. No tiene efectos psicoactivos. Cuando interactúa con el THC, puede reducir su efecto eufórico, derivando en sensaciones calmantes y sedativas.
El Cannabidiol tiene más aplicaciones terapéuticas. Los estudios han avanzado hasta considerar el CBD una sustancia muy importante en el tratamiento de la epilepsia, y otras enfermedades que provocan convulsiones. Su uso es positivo en dolencias tan distintas como la esclerosis múltiple, esquizofrenia, enfermedad de Crohn o ansiedad. También es útil para aliviar efectos secundarios derivados de enfermedades autoinmunes y tratamientos médicos agresivos. Actualmente, se experimenta con el CBD en investigaciones contra el cáncer, asociado a la interrupción del crecimiento de células cancerígenas. Todos estos hechos científicos hacen que la industria farmacéutica mundial haya puesto sus ojos sobre el CBD y todo su potencial terapéutico.
CBD y THC interactúan con el cuerpo a través del Sistema Endocannabinoide. Es un sistema de señalización vital, responsable de regular la homeostasis general del organismo.
THC vs CBD
Los últimos estudios revelan un potencial terapéutico aún desconocido en el THC. Del mismo modo que el CBD, el THC también ayuda a recuperar la homeostasis. Quizás, incluso con más eficacia que el propio CBD en determinadas dolencias. Pero está el problema de la psicoactividad de THC.
Por ejemplo, el THC parece tener un efecto inmediato, más obvio. Sin embargo, los efectos del CBD se manifiestan de forma más suave, por lo que necesita más tiempo para ser completamente efectivo. Existen aceites y comestibles para consumo humano con alta concentración de THC. Aunque su uso se presuma lúdico, cuando estos preparados contienen CBD y otros cannabinoides, el efecto terapéutico no debe descartarse.
Por último, hay que recordar que el efecto del THC en animales es muy distinto al que tiene en las personas. Del mismo modo, tiene efectos terapéuticos, pero hay que vigilar la concentración de THC en los preparados para perros y gatos. Mientras no haya más estudios al respecto, se recomienda no usar concentraciones mayores al 0.05% en nuestros amigos peludos.