Ya tienes en tus manos un aceite de cannabidiol para tu perro o gato, pero nadie te ha dado instrucciones de como usarlo. Lo miras y piensas… ¿Y ahora qué? Dudas entre seguir las instrucciones de uso generales que aparecen en el bote, o acudir a ese post de Facebook dónde alguién comenta su caso, que nada tiene que ver con el tuyo. ¿Y si no funciona? ¿Qué pasa si le doy de más? Aquí te ofrecemos 5 claves indispensables que necesitas para manejar con éxito cualquier aceite de cannabis.

1. Aprende como el organismo metaboliza el CBD

A día de hoy, tenemos a nuestra disposición mucha información sobre el Sistema Endocannabinoide y su funcionamiento. No hace falta convertirse en un experto. Basta con saber lo básico y, sobre todo, entender por qué los cannabinoides actúan cómo lo hacen. Es muy difícil manejar algo que no entendemos cómo funciona. Las cuatro claves restantes dependen en buena parte de esta.

También hay que considerar que hay tantas formas de dosificar como perros y gatos que las toman. Existen aplicaciones de mantenimiento, puntuales, reforzadas… Todo depende del objetivo que desees alcanzar con el aceite o galletas de CBD.

Asegurate bien que la dolencia de tu perro o gato es mejorable usando cannabinoides. Acude a tu veterinario, e indícale que vas a comenzar a usar CBD, para que ellos también puedan orientarte, hacer las revisiones correspondientes y contrastar resultados.

Aplicaciones

Mantenimiento: se trata de dar una misma dosis, extendida en el tiempo. Es la forma más común de aplicación en casos de dolores articulares, ansiedad, disfunción cognitiva o enfermedades crónicas. También es la forma correcta de usarlo cuando el fin es reforzar el sistema inmune o utilizarlo como complemento alimenticio.

Reforzadas: en este caso, a la dosis de mantenimiento se le añade alguna dosis extra, en momentos puntuales. Esta forma de aplicación suele ser la más usada en casos de perros con epilepsia, por ejemplo. Con la dosis de mantenimiento buscamos espaciar los episodios convulsivos pero, si el perro sufre una crisis, una dosis extra durante el episodio ayuda a reducir la duración y la intensidad del mismo. También es adecuado con perros ansiosos, que además tienen miedo a ruidos fuertes, ya que se reforzaría la dosis de mantenimiento en esos momentos en que el perro o gato está más nervioso.

Puntuales: cuando lo que buscamos es que el perro o gato no lo pase mal cuando vamos de viaje, se asusta con los cohetes y petardos o tiene que ir a veterinario. En estos casos, se aplicaría una dosis superior a la de mantenimiento, para conseguir un efecto de relajación más inmediato, que no perdure en el tiempo.

2. Entiende el aceite elegido

No te quedes en la información de la etiqueta. Busca los análisis de laboratorio del producto, aunque recomendamos que ésto se realice antes de la compra. Es importante no adquirir un producto que no tenga análisis de laboratorio. En estos análisis encontrarás la cantidad real de CBD, otros cannabinoides, terpenos… Así como la ausencia de metales pesados y pesticidas que contenga la fórmula.

Lo siguiente que debes hacer es calcular la cantidad de CBD y cannabinoides que el aceite contiene por mililitro. Saca la calculadora y calcula lo que hay en un mililitro, en medio, en 0.25 ml… De esta forma tienes la cantidad exacta de cannabinoides por dosis, y puedes aumentar o disminuir las dosis con seguridad.

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3. No tengas miedo.

Es una de las claves más importantes. Si has comprado un aceite de calidad, formulado especialmente para perros y gatos, y has estudiado los análisis de laboratorio, puedes estar tranquilo. En esos análisis, podrás revisar que la cantidad de THC que contiene el producto (si es de amplio espectro) es segura.

Si por accidente, el perro o gato consumiese una dosis muy elevada de aceite, o acabase con un paquete entero de galletas, los efectos secundarios no irían más allá de una muy buena siesta.

Se recomienda, por lo menos al principio, llevar un diario, con apuntes sobre las cantidades dosificadas y los resultados obtenidos con cada uno de ellos. De esta forma, tendrás todos los datos sobre aplicaciones anteriores y podrás comprobar si hay avances, retrocesos o momentos de estancamiento, y actuar en consecuencia.

4. No quieras adelantar resultados

Como tratamiento natural, por norma general, los cannabinoides necesitan tiempo para comenzar a ser efectivos. Es cierto que, en casos leves de artritis, comienzan a verse cambios en 24 ó 48 horas, pero no es lo habitual. También las aplicaciones puntuales muestran cambios en minutos, pero no es la forma de aplicación correcta para obtener resultados estables.

Cuando haya que aumentar la dosis, es mejor hacerlo poco a poco, usando la información que tenemos de dosis anteriores, y teniendo en cuenta el margen hasta la dosis máxima recomendada. Recordad siempre que, con el cannabidiol, menos es más. Esto significa que, si tu perro o gato, por ejemplo, se siente bien con 2 mg de CBD, y también con 3 mg, la mejor dosis es la más baja. Es decir, 2 mg.

No intentes avanzar plazos duplicando la dosis. Mantén cada dosis entre 4 y 6 días, y observa con atención cualquier cambio en tu peludo. Al final, son ellos los que sienten la mejoría y nos demuestran que vamos por el buen camino. Observándolos con atención, leemos esos cambios para seguir su evolución.

5. Última clave: ten paciencia

Como ya hemos comentado antes, los cannabinoides, como remedios naturales, necesitan tiempo para ser efectivos. A veces la concentración del aceite no es apropiada para el animal, o la formulación no es la adecuada para su dolencia. No es que el CBD no haga nada, es que no hemos dado con el correcto. La naturaleza no nos dotó de un sistema endocannabinoide solo para poder consumir marihuana. El sistema endocannabinoide es mucho más que eso. Por eso es importante contar con asesoramiento e información antes de adquirir un aceite de CBD.

Termina el producto que compres. Si viste mejoría en algún momento, y luego desapareció, prueba a aumentar las dosis hasta dar con aquella que mantenga la mejoría. Si terminado el bote, no has logrado mantener esa mejoría, lo más probable es que tu perro o gato necesite un aceite más concentrado.

Cuando la dolencia a tratar está relacionada con problemas de ansiedad o comportamiento, es recomendable reforzar el uso de CBD con trabajo de manos de un profesional especializado: etólogos, educadores, adiestradores… Su asesoramiento y nuestro trabajo diario, darán mejores resultados si lo acompañamos de un preparado de CBD.

Esperamos que estas cinco claves os sean de utilidad a la hora de utilizar cualquier producto de CBD.

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