(Viene de Alimentación natural: nuestra experiencia con la dieta BARF (I))
Dallas y Ginger
Con Dallas el proceso fue bastante parecido al de Kima. Aunque llegó a casa con unos niveles de ansiedad tan altos que ni comía ni dormía, poco a poco fuimos trabajando con su dieta y, a día de hoy, come el mismo tipo de comida que Kima, aunque es un poco más quisquillosa, y no le gusta el conejo ni algunas vísceras. Con Ginger fue muy fácil… ella se lo come todo y siempre queda encantada. Complementar la dieta con CBD, además de otros aceites esenciales y superalimentos era el siguiente paso lógico.
Hace ya cuatro años que comenzamos el proceso. Desde entonces, la dieta BARF ha avanzado mucho, y ya se pueden encontrar bolsas de mezcla congelada en veterinarios y grandes superficies especializadas, así como gran cantidad de información y nuevos productos para probar con tus amigos peludos. Nuestro próximo paso será probar las verduras y hortalizas deshidratadas de Puro Menú, debido a que hacer el puré y envasarlo conlleva muchas horas de trabajo y bolsas de plástico desechadas.
Pros
Desde nuestra propia experiencia, las perras han mejorado en salud general. Tienen el pelo suave y brillante, y no huelen mal (excepto cuando sudan o se mojan. ¡El olor a perro mojado no tiene remedio!). Ginger es la única que sigue tirándose pedos apestosos, pero cada vez menos cantidad. Las revisiones veterinarias siempre son correctas, y no muestran ninguna alergia a los alimentos o problemas gastrointestinales. Ni siquiera hemos tenido que cambiar de dieta a Ginger después de que le fuese diagnosticada Lehismaniosis: la dieta es suficientemente completa como para mantener su sistema inmunológico fuerte para resistir la medicación y a la enfermedad.
Contras
Hacer el puré lleva tiempo. Es sólo un día, pero trocear, cocer y triturar todas las frutas y verduras, para luego envasarlo individualmente conlleva mucho tiempo. Tampoco es una dieta barata, pero piensa que el dinero que inviertas en la alimentación de tus animales (ya sea alimentación natural o pienso), es dinero que vas a ahorrarte del veterinario, además de evitar a tu mascota malestares, dolores o ingesta de medicamentos.
Mi consejo es que, si os animáis a probar la dieta BARF o cualquier otro tipo de alimentación natural con vuestras mascotas, lo primero que tenéis que hacer es consultar con un nutricionista veterinario. En estos enlaces encontraréis buena información de primera mano y algunos contactos:
https://www.naturzoo.com/author/veronica/
https://perrocarnivoro.wordpress.com/tag/barf/
http://www.nutrivets.com/
Conseguid buena información y entended cómo funciona el proceso y el porqué de cada paso. Con un poco de sentido común y cuidado, seguro que vuestra mascota quedará encantada con su nueva dieta.
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